La importancia del Plan de Prevención de Delitos Penales (PPDP)

Las personas jurídicas desde el 1 julio 2015 se han convertido en responsables penales directas por los delitos que cometan sus directivos y/o empleados y por ello tienen el deber de supervisión o vigilancia si quieren hacer valer la exención de la responsabilidad penal de la empresa en el supuesto en que se cometa un delito.

Así, si el delito es cometido por los representantes legales o por quien esté autorizado a tomar decisiones en la empresa u ostentan facultades de organización en la misma o por sus empleados, la persona jurídica sólo podrá quedar exenta si tiene implementado un Plan de Prevención de Delitos Penales (PPDP).

Para que las personas jurídicas no sean condenadas los autores individuales han de haber cometido el delito eludiendo fraudulentamente los modelos de organización y de prevención y que no se haya producido una omisión o un ejercicio insuficiente de sus funciones de supervisión, vigilancia y control por parte del órgano directivo.

 
Es por ello que las empresas deberán designar una figura para la supervisión o vigilancia respecto al cumplimiento normativo (en el mundo anglosajón se conoce como Compliance Officer).